Del código de barras, la mayoría de las empresas, incluso en un país PERU., aún no han sacado el máximo provecho. De hecho, se estima que más del 70% de las empresas peruanas están aún entrando los datos manualmente mediante lápiz y papel, teclado u otros sistemas lentos y que son susceptibles de producir errores.
Se trata de una tecnología fiable y barata, cuyo inconveniente más importante, respecto a la RFID es que hay que enfocar el lector al código y que éste no puede leer simultáneamente varios códigos de barras.
Pregúntese el lector si en su empresa están recogiendo todos los datos automáticamente o manualmente, en las cajas de los comercios, en los procesos de fabricación, en las expediciones y en la recepción de mercancías, en la colocación de los productos en los almacenes, al hacer inventario, al controlar los activos fijos o al realizar el transporte y entrega de mercancías.
En todas estas tareas, realizadas si no todas, al menos algunas, en miles de empresas el retorno de la inversión en equipos de código de barras se mide en meses y no en años. Y en un mercado tan competitivo como el actual, con la presión constante de los clientes sobre nuestros precios e, indirectamente, sobre nuestros costes, una inversión así no se puede desaprovechar.
Muchas compañías se están dando cuenta de esto y el crecimiento del mercado de impresoras y lectores, o impresoras-aplicadoras, así lo atestigua.
